Allí está Ximo y Ana, al borde de la carretera, con todas
nuestras bicis esperando. Parece un puesto de melones de esos de cuneta
de carretera, pero con bicis :)
A la puerta de boxes, escucho a una chica preguntando si
alguien tiene imperdibles de sobra. Le digo que yo le dejo alguno. No me
doy cuenta de que era Marta hasta que no le miro el pantalón del ETC,
porque llevaba
chaquetilla y con la gorra y gafas no la reconozco a la primera.
Llego con tiempo a boxes para preparar todo. El reto es
conseguir calentar en condiciones en el agua y con tiempo de sobra. Pues
esta vez tampoco lo consigo. Pequeñas tonterías que sumadas hacen que
no me de
tiempo. Otra vez será.
A la salida de la natación me coloco en primera fila, codo
a codo con Ximo, en la posición más corta hacia la boya, donde se
reparten las hostias todos los buenos. Dicho y hecho. Nada más salir,
empiezo a recibir
“carantoñas” y “arrumacos”. Que si tu me das cremita, que si yo te doy
cremita…
A los 200m, con las pulsaciones a mil y yendo totalmente
anaeróbico para mantener el grupo bueno, me descolocan las gafas de un
manotazo/patada(no sé exactamente lo que fue). Paro un segundo para
recolocármelas
con una mano, pero enseguida me pasan por encima, me hunden y me pego un
buen trago de agua. Momento de crisis. Me quedo sin aire. Intento dar
una brazada, y me hunden otra vez. Me agobio, me entra el pánico.
Reintento nadar pero no puedo mantener la cabeza
dentro del agua para nadar normalmente, porque me falta respiración para
el pequeño lapsus de tiempo bajo el agua sin aire. Veo a la derecha la
orilla cerca. Me pongo a hacer braza en perpendicular a la dirección de
los nadadores, avanzando y mirando a la derecha
esquivando la gente que me viene, como si estuviera poco a poco cruzando
una autopista de cinco carriles. Una vez cerca de la orilla, sin nadie
que me venga por detrás, intento empezar a nadar suave, pero todavía
tengo la angustia y no tengo aire. Empiezo a
nadar de espalda, porque así puedo ir respirando sin problemas y
avanzando. Después de unos 50m espalda, me doy la vuelta y decido nadar
sin preocupaciones. Me cuesta al principio, a pesar de que ya ha pasado
1’ desde el momento ce crisis. Todavía no puedo
respirar bien para hacer el ciclo de brazado completo con la cabeza bajo
el agua. Poco a poco me voy tranquilizando. Voy nadando suave, sin
apretarme lo más mínimo, deslizando. Aún así voy adelantando mucha
gente, porque estoy en un grupo trasero muy inferior
a mi nivel. Pasados unos 600/700m, intento apretarme un poco más, pero
soy incapaz, no puedo nadar fuerte. Es como si mis pulmones estén
bloqueados y no admitan más aire. El momento crítico le ha pasado
factura a mi cuerpo. Nadando no tengo problemas en ir
a pulsaciones muy altas y aguantar mucho rato a ritmos anaeróbicos, pero
esta vez es como si tuviera todo el sistema cardiorrespiratorio
bloqueado.
Sigo nadando cómodo, no muy fuerte, pero con pequeños
agobios cada vez que intento apretarme un pelín más de la cuenta. Sigo
adelantando gente fácilmente, pero hasta que no llego a la T1 no me doy
cuenta de que
a pesar de los problemas, no lo he hecho tan mal. Este verano no me he
apretado nadando, pero he mantenido regularmente sesiones de 4/5000m.
Así que cuando veo que hay muchas bicis en el box y que Ximo está allí,
me llevo una alegría. En un tri es importante
que se cumpla el Yin y el Yang en T1 y T2: muchas bicis en T1 y pocas en
T2, señal de buena carrera.
Nada más empezar a quitarme el neopreno, Ximo pasa por
delante de mí saliendo ya de boxes. La salida del pantano tiene una
pequeña rampa. Al subirla me noto como si me quemaran los
cuadriceps…joder, con los puertos
que hago yo entrenando y que tenga la sensación de que me cueste subir.
Falsa señal. O no tanta, Cuando me pego un apretón en la bici me pasa lo
mismo que en el agua, no puedo ir a ritmos muy altos de pulsaciones.
Los primeros kms son de toboganes y viento
en contra. Ahí me desenvuelvo como pez en el agua. Me acoplo bien y paso
peña. A los 4 kms paso a Ximo y le digo una tontería. Cuando viene el
primer puerto, intento subir un poco de pulso, pero no puedo pasar de
160ppm y me queman los cuádriceps cuando me
aprieto en exceso. Normalmente puedo alcanzar en momentos puntuales 170
ppm, pero hoy no. No es que vaya despacio y no suba, todo lo contrario,
ya que es un ritmo medio/alto muy bueno. Lo que no tengo es la capacidad
de ir en momentos puntuales a ritmos anaeróbicos.
El año pasado recuerdo como subía los puertos casi a tope, pedaleando
como un pollo sin cabeza, incluso a plato en la mayoría…
El viento sigue siendo fuerte. Me doy cuenta de que a
muchos se les va a hacer duro. Estoy en una posición que apenas ni me
adelanta gente ni adelanto yo. En el km 50 y pico llego a un tramo de 8
kms llanos.
El año pasado lo recuerdo especialmente, porque pegaba mucho viento en
contra y adelanté a muchísima gente sin levantarme apenas del acople.
Esta vez pega viento de culo y lateral. Se va muy rápido, demasiado
rápido para mí si voy cogido al acople. Los bandazos
laterales a más de 50 km/h me acojonan y me cojo al manillar en lugar de
ir acoplado. Pierdo muchos, pero que muchos puestos. Me pasa Eusebio
Paradinas, compi de Guadalajara con 42 IM a sus espaldas y con el que ya
llevo mil batallas. El año pasado fuimos juntos
buena parte de la bici. Esta vez sucede lo mismo. Se me va en ese tramo,
pero después giro a izquierdas, viento en contra, asfalto rugoso y otro
puerto. Vuelvo a adelantar a gente. Aquí paso a Marta y Eusebio casi al
mismo tiempo.
En la bajada de este puerto me vuelve a pasar Eusebio. En
un momento de la bajada, pegando viento lateral, me fijo en que se
suelta de una mano del acople y coge el bidón para beber, mientras sigue
apoyado en
el acople con el otro brazo, en bajada rápida, con algunas curvas y
viento lateral…¡A mí que me expliquen como leches se hace eso sin
cagarse por la pata abajo!!!.
Ahí se me va y lo vuelvo a pillar en el último puerto. El
año pasado lo adelanté en las primeras rampas y lo subí a plato
enterito, en un alarde de chulería sin precedentes…
Esta vez no es así. Le adelanto, pero se pica y me vuelve a
pasar apretando más. Las patas no están para fiestas, así que no le doy
réplica. De la cima a meta apenas quedan 8 kms de bajada y más viento
lateral.
Y ahí se me va otra vez.
Una vez pongo pie a tierra, veo a Jotas animándome. Ha venido desde Madrid a ver a sus compis del ETC.
Nada más ponerme a correr veo que Eusebio empieza justo
delante de mí. Parece que en la T2 le he recortado tiempo y empezamos a
correr juntos como el año pasado. Entonces lo tuve toda la carrera a pie
a 30 segundos,
desde el principio al final. Este año no iba a ser así. Eusebio empieza
demasiado fuerte y yo a pata no estoy corriendo casi nada, así que
empiezo a mi ritmo suave para dar tiempo a que la musculatura se
acostumbre. A los 2 kms empiezan a agarrotarse los cuádriceps
peligrosa y rápidamente. Estoy a punto de no poder dar un paso, cuando
decido ponerme a casi caminar, más bién parecido a una mezcla de marcha y
robocop alrededor de 6:30/7:00 el km. Hago 1km y medio así, y poco a
poco la musculatura se va recuperando y voy
alargando la zancada. Cerca del final de la primera vuelta ya empiezo a
correr normalmente, aunque sin poder hacer alardes. Pero a nivel de
cansancio general estoy muy bien y con fuerzas. Al empezar la segunda
vuelta Jotas me dice que Ximo va a 7/8 minutos
y justo después Juanma, pero “van muertos y no te cogen ni de coña”
(palabras textuales. Luego me enteré que a ellos les dijo lo mismo
respecto a mí…). Yo sigo a lo mío, intentando recuperarle a Eusebio. Es
una buenísima referencia, pero me va metiendo tiempo
poco a poco. No veo en ningún momento a Ximo y Juanma. Al final de la
segunda vuelta doblo a José Manuel, y le doy unos breves ánimos. Esta
vuelta la hago más rápido que la primera. Durante la tercera vuelta sigo
aumentando el ritmo, pero sigo sin ver ni a
Ximo ni a Juanma. Al final de esta 3ª vuelta, veo que me va adelantando
la bici con la primera chica. La tía va rápido, pero le aguanto un poco.
Me digo a mi mismo que la sigo hasta el final de vueltas y si le falta
una vuelta igual que a mí, me dejo la vida
intentando aguantarla. Pero ella entra hacia meta y mi gozo en un pozo…
Jotas sigue dando referencias “de las suyas” respecto a
Ximo y Juanma. Pero yo los sigo sin ver. Calculo que les saco media
vuelta, porque no los veo nunca en la rotonda central, eje de los 3
extremos por los
que discurre la carrera a pie. A mitad de la 4ª y última vuelta veo que
voy a estar alrededor de las 5h justas. Lejos del 4h51’ del año pasado,
pero este año con más viento en la bici, así que no está tan mal como
pensaba. Empiezo a apretarme mirando constantemente
el crono. Creo que lo puedo conseguir. Al final me doy cuenta de que lo
hubiera conseguido si la meta estuviera en el punto de giro donde
terminaban las vueltas, pero en la última había que dar casi una vuelta
completa a la pista de atletismo. Error de cálculo
de globero, y 5h00’34” al final. Puesto 71. Eusebio inalcanzable, me ha
ido metiendo tiempo hasta los 6’30” al final.
Contento porque me he sabido sobreponer al momento de
crisis en el agua y he acabado relativamente bien. La carrera es dura,
dura, y este año el viento todavía lo ha hecho más jodida. La gente
termina tocada
y echando pestes. Pero me gusta. A mí me mola esto. Me gustan estos
circuitos y estas carreras. Y en compañía de gente del club tan maja,
todavía más.